Anteriormente mencioné llevar un diario de su experiencia con la enfermedad, un diario médico. En el pasado, también he defendido el beneficio de mantener un diario de gratitud. En cualquier caso, sin embargo, usted decide hacerlo ya sea mediante palabras, dibujos, collage, de una forma completamente libre o una mezcla que no tenga efectos dañinos conocidos y solo efectos beneficiosos conocidos.
Nuestro cerebro, quizás todo nuestro ser, está programado para recordar las cosas malas más que las cosas buenas que aparecen. Esto puede deberse a la importancia de saber dónde estuvo ayer el tigre dientes de sable que mató a su compañero de la cueva. Es importante recordar dónde estaban esas bayas venenosas de las que comió y murió tu amigo. Saber dónde existe el peligro es clave para la supervivencia y las cosas que son peligrosas entonces, por defecto, son seguras.
Se ha demostrado que los diarios de gratitud ayudan significativamente a reducir la tristeza, la desesperanza, la depresión y otros efectos comunes en la vida, como el estrés. Entonces, ¿por qué estás agradecido hoy, por qué estuviste agradecido la semana pasada? ¿Qué sucedió a principios de mes que recuerda que fue una experiencia agradable? ¿Qué pasó hace dos semanas? La mayoría de la gente, estoy dispuesta a apostar, no pueden recordar hace dos semanas, y apenas hace una semana. Ese será ciertamente el caso de los cambios sutiles en su bienestar médico.
Como todos sabemos, el tiempo del paciente con los médicos se ha reducido considerablemente, y ahora dura aproximadamente unos 7 minutos. Ese es el ideal por el que se mide el médico en muchos casos. Eso no es mucho tiempo. Sería mejor si fuera más largo y no es probable que cambie pronto. Nuestra elección como pacientes entonces es cómo usaremos este tiempo limitado.
Primero, es importante saber que antes de ver al médico en su habitación del hospital o en su consultorio, el ha leído su historia clínica, su historial médico o al menos un resumen de la misma. Él sabe por el registro de lo que se quejó la última vez, siempre lo ponen allí. Por lo general, está redactado algo como lo que el paciente presenta como sigue, o el paciente se quejó de esto. No será algo palabra por palabra, será un resumen, lo que consideraron importante desde su última visita. Usted puede preguntarse cómo lo hacen si están tan ocupados.
Durante la visita, pueden o no garabatear algunas notas, pero después de la visita, van a su computadora o al área de registro del médico y dictan verbalmente a la computadora o a un servicio de transcripción la interacción. Pueden hablar más rápido de lo que pueden escribir y lo hace muy eficiente. Luego, un servicio transcribe la nota de voz y la coloca en su registro. En ocasiones, las notas de la tabla son de hecho el texto ingresado por el médico, aunque generalmente esto se hace principalmente en situaciones de ritmo acelerado, como las visitas a la sala de emergencias. Esta no es una regla fija y puede y varía mucho.
El punto es que hay un registro que el médico ha consultado, no es necesario que vuelva a mencionarlo todo. Puede pasar su tiempo repasando las mismas cosas, esa es su elección, no es necesariamente el uso más eficiente de su tiempo con la persona que espera diagnosticar y tratar su enfermedad. Ciertamente, si hay algo nuevo mencionecelo, para eso está usted.
En el último hospital en el que trabajé, a cada paciente se le entregó un bolígrafo y un cuaderno. El propósito era registrar los eventos en el hospital, sus experiencias, si le gustó la comida, las enfermeras y los servicios ambientales. Nada y todo. Lo más importante era que usted y su familia o amigos pudieran compartir sus preocupaciones sobre su salud con los médicos y enfermeras que lo atienden.
Ahora bien, si cree que el corto espacio de tiempo disponible para usted en un consultorio médico es malo, entonces considere que en el hospital probablemente tendrá menos tiempo. Además, mientras que en una consulta con un médico usted sabe cuándo sucederá, en el hospital es posible que no sepa cuándo sucederá y puede suceder cuando su familia o proveedor de atención no esté presente. Por lo tanto, mantener un diario es una buena idea, ya que cuando el médico o el residente lo visite, podrá responder a sus preguntas, anotarlas para recordarlas y hacer un seguimiento de lo que se ha dicho, lo que puede esperar de su tratamiento, etc. adelante. Puede servir como una valiosa ayuda de memoria.
Además, cuando la familia se presenta y está cansado o simplemente emocionado de ver a los nietos, no tiene que preocuparse por si está olvidando algo que el médico le dijo. Además, cuando la familia te bombardea con preguntas, simplemente puedes responderlas con facilidad desde tu diario y no es necesario que luches para tratar de recordar todo. También puede servir para verificar si recibió o no las cosas que esperaba, como pruebas de diagnóstico o medicamentos. Es posible que haya pensado que hoy iba a tener una exploración del cerebro y que observa que nada parece ir en esa dirección. A continuación, puede mencionárselo a su enfermera, ya que tal vez no se le haya dicho que sí. O tal vez no entendió bien, o incluso tal vez el médico reevaluó las cosas y cambió de opinión y la palabra no se filtró de nuevo a usted. Estas cosas suceden y ese diario al lado de su cama puede ayudar a mantenerlo todo resuelto.
Aquí he estado hablando mucho sobre las interacciones entre pacientes y médicos, pero esto es igualmente cierto y aplicable a los proveedores de atención en el hogar, como familiares y amigos o incluso para proveedores de cuidados paliativos. Saber qué funcionó hace dos días o qué no funcionó hace dos días es más información valiosa que “No me siento bien” o “No me he sentido bien en semanas”.
Anotando, incluso notas cortas como cuando fui a sacar la basura y me sentía débil, y tenía dificultad para respirar, eran las 8 de la noche y cuando entré tuve que hacer un tratamiento de respiración con nebulizador que después de hacerlo pude respirar mucho más fácilmente. Al día siguiente me sentí bien aunque estaba un poco cansado y dormí mucho. Mi sueño fue interrumpido por dificultad para respirar y necesitaba nuestro inhalador de rescate. Esta es toda la información valiosa y accionable. Tenga en cuenta que 6 de los últimos 10 días que necesitó para aumentar su uso del nebulizador más de una vez al día es una información importante y puede proporcionar la base para futuras modificaciones en su tratamiento.
Usted es el dueño de su visita con su proveedor médico, la pregunta o la variable es ¿cómo debe usar esta oportunidad limitada y valiosa? ¿Vendrá preparado con hechos e información sobre lo que experimentó, lo que intentó, lo que funcionó y lo que no? Y hablando de lo que funcionó, esto también es importante. Es posible que olvide que durante los últimos 5 meses hubo 20 días en los que al azar hizo tal o cual cosa y tiene un día agradable, mejor que la mayoría. Puede ser tan aleatorio que no le prestes atención.
Piensas que lo recordarías, pero confía en mí, la mayoría de la gente, yo incluido, no. Recordamos lo que duele, lo que apesta, lo que fue decepcionante, lo que limitaba. No siempre recordamos que cuando nos levantamos e hicimos tal y tal cosa de inmediato, y luego hicimos tal o cual el efecto en general fue un muy buen día. Especialmente no lo recordamos cuando no lo repetimos una y otra vez. Sin embargo, llevar un diario nos permite mirar hacia atrás y descubrir que cada vez que hicimos algo de una manera determinada obteníamos un buen resultado. Esta es una gran información. Esto es de oro. Esta es la medicina en la era moderna.
En tiempos más remotos tuvimos una conexión más directa con el proveedor médico de la aldea, ya fuera herborista, sanador, chamán o lo que sea. Nos conocieron, nosotros los conocimos. Conocían a nuestra familia, nos conocían cuando corríamos sin ropa, nos conocían cuando regresábamos de nuestra primera caza o cosecha o tejíamos nuestra primera tela. Nos conocían por nuestras bromas, nuestras debilidades, nuestras tendencias. Ellos nos conocían. También sabían cuándo funcionaba un tratamiento y cuándo no, y con frecuencia lo sabían a diario y podían observar los cambios. Así no es la medicina hoy, para bien o para mal. Esta es la razón por la que nosotros, como pacientes, debemos hacer nuestra parte para llenar los vacíos.
Si acude a la visita al médico sin estar preparado, entonces usted es el Sr. Asma-Smith, primero una condición médica y luego una persona individual. Si viene preparado, entonces es la Sra. Rosenthal quien tiene estos síntomas relacionados con el asma y responde más favorablemente a estos medicamentos y planes de tratamiento, y ahora, ¿qué está funcionando y cómo podemos mantenerlo funcionando? Usted tiene un papel vital que desempeñar en su enfermedad y se juega mejor cuando realmente contempla y participa en su tratamiento de salud.
Es posible que no se presenten como principios budistas y, ciertamente, no utilicen una gran cantidad de jerga budista, pero fundamentalmente se encuentran en el corazón de nuestra práctica budista de conocernos a nosotros mismos, quiénes somos, qué somos, dónde estamos. Contemplar la enfermedad es sobre muchos aspectos de la práctica budista, saber que el yo es un comienzo. Lo siguiente es la cesación. Pero primero tome en serio estas palabras anteriores, conviértase en un participante activo en su atención médica, contemple su enfermedad.
Traducido por Gonzalo Peña con el permiso de Ryusho Jeffus
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